ACCIÓN INTROSPECTIVA SOBRE LA EVALUACIÓN
Continúo nadando y reflexionando de espaldas mirando al cielo azul y tropiezo con una botella donde en un papel están escritas estas preguntas:
1) ¿Cuáles son las prácticas de evaluación que utilizas en tu trabajo docente?
2) ¿Qué estrategias de evaluación utilizas?
3) ¿Qué tipo de evaluación te proporcionan?
4) ¿Te permiten ver a los aprendices actuando o solo replicando una lección que previamente has explicado?
5) ¿Te permiten valorar un buen número de competencias en tus estudiantes?
6) ¿Qué nivel de satisfacción expresarías con tus estrategias de evaluación?
No me considero docente sólo, de forma humilde, comparto lo que aprendo cada día con el que me quiere oír. Mi pretensión en ningún momento es evaluar cual maestro inflexible ya que sólo soy un alumno más que aprende día tras día.
Partiendo de esta premisa voy a intentar contestar a cada una de las preguntas:
1) Sólo sigo una premisa, te cuantifico los objetivos en ítems concretos, es decir, te digo lo que te voy a preguntar y cuando te lo pregunto tú me lo contestas. Esta es la práctica de evaluación que utilizo. Quizás se puede pensar que es de ser un profesor blando porque te ha dicho el examen pero ese es el objetivo del proceso enseñanza-aprendizaje: enseñar y aprender y dejar una base para el crecimiento personal del alumno para que construya, si lo cree necesario.
2) Creo que he contestado esta pregunta también en la primera
3) La evaluación no se proporciona. Creo que el origen de esta pregunta es pensar en la evaluación como una carrera de obstáculos que el docente tiene que realizar para estratificar a los alumnos. Quizás el planteamiento sea hacer una carrera de fondo donde el trabajo es el único valor valorado (valga la redundancia).
4) Creo que con esta pregunta el mensajero pretende que piense, que analice, que haga un ejercicio retrospectivo de si estoy valorando ese trabajo que he marcado en la pregunta anterior que equipara a todos los interesados en aprender en un mismo escalón. No sé si la pregunta quizás debería de ir encaminada a analizar si se considera en la evaluación la gradación del interés con que el alumno realiza una actuación o replica una lección.
5) para contestar a esta última pregunta quizás deba se ser un poco políticamente incorrecto. Según mi opinión, el nivel de satisfacción con la evaluación sería directamente proporcional al paradigma de objetividad y equidad que siempre va asociado a cualquier acto de evaluación, pero, por desgracia, ese paradigma (según mi opinión) es incierto y al evaluar siempre existe un grado de subjetividad e inequidad voluntaria o involuntaria que no se puede quitar aunque limpies con un estropajo.
Creo que voy a ver si duermo un rato, este ejercicio de introspección me ha agotado ... Ostras una nueva botella, más preguntas:
- ¿Quién evalúa en tu centro?: ¿los docentes exclusivamente?, ¿los docentes y el alumnado?, ¿otros agentes?
- ¿Qué se evalúa?: ¿sólo los contenidos propios de “saber”?, ¿también el “saber hacer”?, ¿actitudes?
- ¿Cuándo se evalúa?: ¿al final de cada unidad?, ¿al final de un número determinado de unidades?, ¿al final del trimestre?
- ¿Cómo se evalúa?: ¿con qué tipo de herramientas?, ¿exámenes escritos?, ¿exámenes orales?, ¿mediante plantillas de observación?, ¿mediante rúbricas?, ¿mediante portafolios?, ¿otros mecanismos?
Perdonar que no las conteste (a quien me quiera oir), en el rumor de las olas de este mar que es la enseñanza son notas que siempre se escuchan, se han escuchado y se escucharan ya que no es más que el reflejo de nuestra función de juez que da un veredicto necesario e imprescindible y que quiere ser justo y equidistante.
Ostras el sol me ha entrado en la cabeza y me ha hecho creerme lo que no soy, un docente ... No hacer caso de toda esta parrafada que es fruto de estar tanto tiempo a la intemperie y la suerte del mar
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